Hablaste la lengua que me apasiono el instinto
El natural impulso que precede a la razón,
Me moviste a obrar,
Me regresaste vivo a mi último paso
Aquel ultimo mal paso
El que no tendríamos que haber dado,
Cedido , otorgado,desprendido,generado,
Librado al azar.
¡Cuánto deseamos a veces, cansados de tiempo,
Incrédulos en nuestras inmensas profundidades
Volver atrás, tan solo por un instante
Como si en ese instante preciso y eterno
Pudiéramos regenerar todos nuestros malos pasos
Los enjambres pasajeros
Las muecas inacabadas en los silencios!
Pero a veces, las reformas sobre las marchas
Son inevitables, inconcientes, deseables,
La aventura futura del deseo,
El cambio inexplicable, la existencia del alma,
La sobrevida asfixiante,
La rueda del vivir sin interrupción.
Hablaste la lengua filosa
Madre que me transporto otra vez a la tierra
A este crisol de desencuentros humanos
A estas guerras por propias religiones
A la rueda del pan, del solitario pensamiento del sueño
Al deseo, a la palabra amor,
Al inconciente buscar de un momento que soporte
Que nos soporten las carencias de humanos reincidentes…
Hablaste la lengua que derramo la herida
Abramos de una vez por siempre
Esos fragantes desbordes de ser fruto
Sembremos en las llagas
El amor que vendrá como nuevo sol en resolana…
Hablaste la lengua que me despertó el instinto
El natural impulso que precede a la razón….
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