EL HOMBRE UTOPÍA
Siempre quise ir más allá de los acontecimientos que uno absorbe en los días que vive, penetrar mas esa jungla mediatica de intereses hegemónicos de control, ser utópico, no significa ser loco, delirante , y toda esa lingüística de palabras cuyo único significado es "no sirve"...si viejo.."SIRVE".
Digo esto a modo de introducción porque siempre mi viaje al conocimiento o a "la aventura del conocimiento" fue para entendernos como humanos y seguir alimentando el camino de los días por venir para que la luz sea mas clara y menos fanatizada por los intereses... espero que me entiendan
La utopía es una pieza indispensable para entender. interpretar y descodificar la mas intima sensibilidad de los pensamientos y e aquí mi historia , siempre quise descodificar la mas intima sensibilidad del doctor Ernesto Guevara, "El Che" para la humanidad, y di un gran paso cuando tuve en mis manos..." el libro verde del che".
Cuando el che cayó en Bolivia, tres rangers bolivianos y un agente de la CÍA, se apropiaron de los diarios del che, había mapas y comunicaciones con cuba, además había un cuaderno de tapas verdes que había comprado en su estadía en África donde el che había escritos varios poemas, argumentaba que era malo para escribir poemas, además de que estos eran anonimos... 69 poemas de los cuales 66 fueron identificados... poemas de Nicolás Guillen, León Felipe, Pablo Neruda, Cesar Vallejos...¡¡era su antología personal!! tomaron sentidos mis pensamientos sobre el che, cuya personalidad fue, es, y sera una armonice mixtura entre la inclaudicable dureza del combatiente y la indispensable ternura del humanista, mi historia cercana al che comenzo en Camiri, Bolivia allá por 1966.. entonces con mis 11 años a cuestas, no entendía porque de repente el pueblito se lleno de rangers, y carros transportaban cajones manchados de sangre, mi madre fue presa por que la confundieron...bueno pero esa es otra historia, solo necesitaba responderme una pregunta mas que me toca de lleno..que música escuchaba el doctor Guevara, que melodías acariciaban el sueño del guerrillero? eso me lo respondió Vilma Espín, miembro del consejo del Estado Cubano y esposa de Raúl Castro.
"El che no tenia oído musical ninguno. pero le gustaba muchisimo la música..un día me comento.."cuando yo estaba en la escuela siempre fui un frustrado porque cuando cantaba el himno me sacaban de la fila porque desentonaba tanto.. que no quedaba bien el himno..." y entonces cuenta la misma Vilma.. una vez estaba con la esposa en un recorrido que hacia y había una vitrola donde ponían todos los himnos revolucionarios y entonces en ese momento tocan el himno 26 de julio y detrás ponen la internacional entonces el che dice: ¡¡Aleida porque repitieron ahora ese que pongan otro ritmo!! , al che le sonaba todo igual, le encantaba la música pero no podía identificarla... la dureza del combatiente...la ternura del humanista...
César Vallejo
Los Heraldos Negro (1918)
LOS HERALDOS NEGROS
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
Pablo Neruda
Crepusculario
FAREWELL
1
Desde el fondo de ti, y arrodillado,un niño triste, como yo, nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas tendrían que amarrarse nuestras vidas. Por esas manos, hijas de tus manos, Tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra Veré en los tuyos lágrimas un día.
2
Yo no lo quiero, Amada. para que nada nos amarre que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca, ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos, ni tus sollozos junto a la ventana.
3
(Amo el amor de los marineros que besan y se van. Dejan una promesa.
No vuelven nunca más. En cada puerto una mujer espera: los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte en el lecho del mar.
4
Amo el amor que se reparte en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz.
mor que quiere libertarse para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca Amor divinizado que se va.)
5
Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. Qué más?
Juntos hicimos un recodo en la ruta donde el amor pasó. fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame, del que corte en tu huerto lo que
he sembrado yo. Yo me voy.
estoy triste: pero siempre estoy triste. Vengo desde tus brazos.
No sé hacia dónde voy. …Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.
Neruda
Veinte poemas de amor y una canción desesperada
1
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como túnel.
De mí huían los pájaros y en mi la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como una arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Nicolás Guillén
Cantos para soldados y los sones para turistas
NO SÉ POR QUÉ PIENSAS TÚ
No sé por qué piensas tú, soldado, que te odio yo, si somos la misma cosa yo, tú.
Tu eres pobre, lo soy yo; soy de abajo, lo eres tú; ¿de dónde has sacado tú, soldado, que te odio yo? Me duele que a veces tú te olvides de quién soy yo; caramba, si yo soy tú, lo mismo que tu eres yo. Pero no por eso yo he de malquererte, tú; si somos la misma cosa, yo, tú, no sé por qué piensas tú, soldado, que te odio yo. Ya nos veremos yo y tú, juntos en la misma calle, hombro con hombro, tu y yo, sin odios no yo ni tú, pero sabiendo tu y yo, a dónde vamos yo y tú… ¡No sé por qué piensas tú, soldado, que te odio yo!
La paloma de vuelo popular
LITTLE ROCK
Un blues llora con lágrimas de música en la mañana fina.
El Sur blanco sacude su látigo y golpea.
Van los niños negros entre fusiles pedagógicos a su escuela de miedo.
Cuando a sus aulas lleguen, Jim Crow será el maestro,
hijos de Lynch serán sus condiscípulos
y habrá en cada pupitre de cada niño negro,
tinta de sangre, lápices de fuego.
Así es el Sur. Su látigo no cesa.
En aquel mundo faubus, bajo aquel duro cielo faubus de gangrena, los niños negros pueden no ir junto a los blancos a la escuela.
O bien quedarse suavemente en casa.
O bien (nunca se sabe) dejarse golpear hasta el martirio.
O bien no aventurarse por las calles. O bien morir a bala y saliva.
O no silbar al paso de una muchacha blanca.
O en fin, bajar los ojos yes, doblar el cuerpo yes,
arrodillarse yes, en aquel mundo libre yes
de que habla Foster Tonto en aeropuerto y aeropuerto,
mientras la pelotilla blanca, una graciosa pelotilla blanca,
presidencial, de golf, como un plante mínimo, rueda en el césped puro, terso, fino, verde, casto, tierno, suave, yes.
Y bien, ahora, señoras y señores, señoritas, ahora niños,
ahora viejos peludos y pelados, ahora indios, mulatos,
negros, zambos, ahora pensad lo que seria el mundo todo Sur,
el mundo todo sangre y todo látigo,
el mundo todo escuela de blancos para blancos,
el mundo todo Rock y todo Little, el mundo todo yanqui,
todo faubus… Pensad por un momento, imaginadlo un solo instante.
León Felipe
¡Oh, este viejo y roto violín!
NOCHE CERRADA
Ya no puedo ir más allá.
tropiezo de pronto en una piedra dura y negra y no puedo ir mas allá.
Tengo que recular… y camino hacia atrás…
camino, como un ciego camino…
y tropiezo de nuevo en algo duro otra vez,
otra piedra negra que no me deja pasar.
Y el cielo se oscurece y se hace duro también.
Entonces me amedentro y grito.
No oigo nada, no veo nada, y no puedo llorar.
¡Oh, niño perdido y solo! El día no llega nunca, nunca, nunca nunca.
¿Por qué me dejáis abandonado, ángeles amigos…?
¡No me abandoneis! Haced algún ruido ¡moved las alas!
Un ruido de alas… siquiera un ruido de alas.
Dónde estáis, ángeles amigos?
CRISTO
Cristo, te amo no porque bajaste de una estrella
sino porque me descubriste que el hombre tiene sangre,
lágrimas congojas… ¡llaves herramientas!
para abrir las puertas cerradas de la luz. Si…
Tú nos enseñaste que el hombre es Dios…
un pobre Dios crucificado como Tú.
Y aquel que está a tu izquierda en el Gólgota,
el mal ladrón… ¡tambien es un Dios!